Después de años de dura crisis y mala climatología, el tirón de la demanda interna ha hecho que la campaña de 2014 sea con mucho la mejor de los últimos ocho años. El buen tiempo y la incipiente mejora económica han jugado, por fin, a favor del turismo esta Semana Santa. La previsión del sector para el verano es buena.
Las distintas patronales del sector hacen sus previsiones sobre una ocupación hotelera media ha superado el 80%, superior a la de 2013 y que los destinos más tradicionales de estas fechas, como son Sevilla, Málaga, Ávila o Zamora, habrán colgado el cartel de completo durante los días clave. Esperamos con avidez las cifras definitivas de esta pasada Semana Santa, pero la percepción ha sido muy positiva.
La Costa del Sol y la Costa Blanca son los puntos de sol y playa que mejor se han comportado, mientras que en ciudades de interior como Madrid, Pamplona, Cáceres, Huesca o Albacete han conquistado a los visitantes, al registrar una ocupación hotelera que no ha bajado en ningún caso del 70%.
El buen tiempo ha sido generalizado en todo el país, otros destinos que en estas fechas no suelen tener tanto tirón por su climatología, como son Galicia, Asturias, Cantabria o el País Vasco han registrado cotas de ocupación un 15% mejores que las de la campaña pasada. Las cifras positivas nos invitan a ser optimistas y nos deben de servir para mantenernos en ese tercer puesto del ranking mundial de forma sólida.