El tamaño sí que importa

El pequeño tamaño de nuestro tejido empresarial impide competir en las mejores condiciones. El 94% de las empresas tiene menos de 10 empleados y nuestro país cuenta con la mitad de pymes que Alemania. Las empresas que cuentan con entre 10 y 249 trabajadores (las pymes) generan el 38% del empleo total, prueba de su importancia como grandes generadoras de empleo y motor del crecimiento.

La falta de tamaño empresarial es mucho más evidente en el caso de España, donde de un total de 2,1 millones de compañías privadas en 2011, el 94,1 por ciento eran microempresas de 1 a 9 trabajadores (que daban trabajo al 10,10 millones de ocupados). Alemania cuenta con un 17,7% de empresas pyme en relación al 5,8% de pymes españolas, una desventaja que se mantiene respecto a Luxemburgo, Austria o Reino Unido. España es el noveno país con mayor proporción de microempresas.

A diferencia de lo que sucede en el conjunto de la UE, en Alemania y también en competidores directos como Francia, en España con las microempresas las que aguantan el peso del empleo: ofrecen el 38,5% del total, por solo 33,8 de pymes y 27,7% de grandes estructuras societarias.

Respecto a la exportación, España se ha hecho más competitiva porque tiene menores costes laborales, pero no por su productividad, siendo el tamaño un hándicap para acceder al crédito y, cuando se consigue, se paga más. Además, el Círculo de empresarios estima en dos veces más la productividad de una empresa pyme respecto a una microempresa. Por ello, en el panorama empresarial, el tamaño importa.