El 1 de enero de 2012 se cumplen diez años desde que el euro comenzó a circular. La moneda única, utilizada por unos 322 millones de personas, ha sido el elemento de estabilidad de la Eurozona. Sin embargo, la crisis actual, ha puesto a prueba nuestra moneda y la sitúa ante un futuro incierto.
Las ventajas que ha traído la moneda común son innegables: la eliminación del tipo de cambio y de los costes de conversión, reforzamientos de los mercados financieros de la eurozona, ha facilitado la competencia y las concentraciones empresariales, entre otros muchos aspectos positivos.
Pero si analizamos con ojo crítico, las cuentas no salen. Desde la llegada del euro los salarios han crecido solo un 13% frente a los precios de la alimentación que se han incrementado en un 48%, según revela la OCU. Pero la cesta de la compra no es lo único que se ha encarecido. La vivienda cuesta un 78% más, el transporte es un 45% más caro y los combustibles cuestan hoy un 82% más, todo desde la llegada del euro.
Algunos expertos se cuestionan ya el futuro del euro. Dudan de que la moneda única sobreviva durante la próxima década, al menos en su forma actual. En Foro Internacional de Marketing entendemos las voces en contra y las críticas que recibió el euro porque suponía una limitación a la actuación individual y las que recibe ahora debido a la crisis financiera.
Pero a pesar de la crisis y de los euroescépticos, la llegada del euro ha supuesto un cambio positivo dentro del mercado, nos permite la libre circulación, visitar otros países sin tener que cambiar de moneda y nos ha abierto las puertas ante Europa, algo que no pasaba con la peseta. No debemos olvidar que el 20% de los intercambios mundiales ya se efectúa en euros.
