Las marcas de consumo han cambiado de filosofía y lo muestran a través de sus establecimientos físicos, que suponen toda una representatividad de la marca, con un fuerte componente de imagen y que mejoran la experiencia de compra del cliente atrayendo a otros nuevos. Un complemento a modo de escaparate para la venta online.
Todo un fenómeno en el cual al mismo tiempo que se intensifican las compras por Internet, las marcas sacan partido del escaparate físico de sus tiendas, ahora más grandes, agrupadas y significativas. De este modo, consiguen que el cliente viva algo que le resulte relevante en la tienda física lo que potencia el recuerdo de la casa y generará más compras digitales.
Menos locales pero de más impacto: Unas megatiendas para los fans de la marca, unos establecimientos situados en lugares estratégicos que, pese a los grandes costes que suponen mantenerlos, resultan rentables para las marcas tanto en términos de imagen como para las ventas por Internet.
Esta apuesta por tiendas representativas de la marca es conocida como flagship stores o buques insignia también llamada de escapatate o showrooms. Llámese como se llame, lo que pretenden las marcas es estar cerca del cliente, una necesidad imperiosa para las marcas de consumo que se encuentran en mercados competitivos y maduros.
Se trata de una práctica creciente, que beneficia a las marcas pero no a los distribuidores. Desde el punto de vista del marketing, resulta una tendencia ilustrativa y apasionante con las que las marcas han encontrado la posibilidad de asegurarse la venta de sus productos y liberarse de la presión de los distribuidores.
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