Cuando perder es una bendición

Hace unos días me fui de viaje con mi mujer a Italia y me acordé de una noticia que se te queda aunque no seas un viajero asiduo. El tribunal de Justicia de la UE ha limitado a 1.134 euros la compensación de las compañías aéreas por el daño material y moral que supone la pérdida o destrucción.

Comprendo que no es plato de gusto perder el equipaje y a mí por suerte no me ha pasado nunca. Pero he de reconocer que jamás he llevado algo encima que se acerque lo mínimo a esos dineros. Y yo, que soy así, ya he pensado en meter unos fardos de prensa vieja y alguna camisa que me quede pequeña y “perder” la maleta. Lástima que me hayan limitado los daños morales…