MERCEDES MARCOS- En el universo startups ocurre como en YouTube. No existe casi nada que no pueda ser solventado, que no se le haya ocurrido previamente a un emprendedor. Como uno de estos casos fue el de Clara de la Santa Guitart, una joven catalana que ha puesto en marcha una empresa en la que oferta un servicio online para vestir a hombres sin tiempo, con estilo, y según sus necesidades.
Lo que nació como un proyecto piloto en 2015, tiene desde febrero del pasado año nombre propio: se llama Coomo y ya viste a profesionales de todo ámbito, presentadores, actores, cocineros o directivos de grandes multinacionales, cuyos desempeños profesionales son muy absorventes y no les dejan espacio para poder seleccionar su armario.
“Navegando en internet fue cuando descubrí esta idea, que ya venia desarrolllándose en Estados Unidos de forma pionera, y también en Inglaterra y Holanda. Fue precisamente a Holanda a donde me desplacé para conocer el funcionamiento de este servicio de manera directa y desde allí comenzamos a testar”, explica la CEO de Coomo, Clara de la Santa.
Servicio personalizado
Desde hace ya casi dos años, esta empresa de corte familiar selecciona sus productos entre marcas como Scalpers, Levi’s, Scotch & Soda o Ecoalf, entre otras muchas, con las que tienen acuerdos mediante los que se proveen directamente de los productos y cuyas ganancias obtienen gracias al margen comercial de las propias prendas. ¿La gran ventaja?, los clientes de Coomo tienen a su disposición un personal shopper que les asesora para poder combinar los artículos con su propio fondo de armario, y además reciben sus peticiones en el domicilio, sin necesidad de tener que desplazarse.
“Nuestros clientes son de todas las edades, desde los 30 hasta los 70 años, aunque la franja más numerosa está entre los 35 y los 50. Es gente con un poder adquisitivo medio-alto, que decide contactar con nosotros fundamentalmente por la falta de tiempo o porque no les gusta comprar ropa, pero también tenemos muchos casos que nos elijen porque tienen dificultades para combinarse la ropa, porque con los cambios de temporada, necesitan pasar de un estilismo formal a uno más casual, e incluso casos de siluetas masculinas que tienen problemas para encontrar prendas porque tienen extremidades muy largas, por ejemplo”, explica De la Santa, quien comenta por ejemplo, un pedido reciente en el que uno de los clientes ha solicitado un look concreto para asistir a una boda en Ibiza. “Su personal shopper podrá atenderle de forma muy personalizada, porque además, desde que el usuario llega a nosotros responde a un cuestionario en nuestra web en el que tratamos de ajustarnos a su estilo para que se sienta cómodo”.
Prendas básicas y atrevidas
Para la CEO de Coomo, lo más difícil del negocio es la selección de productos, porque “tenemos hombres con estilos muy diferentes, diferentes tallas, distintas necesidades y edades muy dispares“, – afirma – “tenemos que asegurarnos que disponemos de prendas básicas, que cualquier hombre va a necesitar en un momento dado, como una camisa blanca, pero también es necesario que ofrezcamos el plus de marcas originales y atrevidas, que al introducirse en un look lo hagan diferente al que tú podrías hacerte”.
Por eso, para De la Santa la clave está en ofrecer firmas que ofrecen una excelente relación calidad-precio y sobre todo el valor añadido del asistente de estilo, en hilo directo con el cliente. “En la primera caja que mandamos solemos incluir una gran cantidad de ropa para conocer mejor los gustos de nuestro cliente, pero también para que el propio cliente conozca nuestro producto e incluso descubra firmas que hasta ese momento le eran desconocidas, lo cual es también un beneficio para las marcas que trabajan con nosotros“.
Los vaqueros de algodón orgánico y/o reciclados son una de sus prendas estrella, pero es que además, en cada caja, las prendas que son combinables entre sí se presentan atadas con una cinta, para facilitarle aún más el trabajo al clliente.
Desde una punta a la otra de la geografía española, son ya muchos los hombres que se han decantado por acogerse a este servicio, en Cataluña, País Vasco, Andalucía, Valencia y Cantabria, “aunque las ciudades en las que tenemos más clientes son Madrid y Barcelona“.
“Lo más agradable de este trabajo es que pese a las dificultades que pasamos para seleccionar qué tenemos en stock, en general los hombres son muy agradecidos. Muchos tenían la filosofía de que no se compraban nada hasta que tenía agujeros, pero es muy satisfactorio saber que se van contentos y quedan satisfechos con la calidad del servicio”.