El consumo colaborativo juega al alza

El ingenio se dispara en tiempos de vacas flacas y muchas empresas están encontrando nuevos nichos con el ahorro y la eficiencia como puntos en común. Estamos hablando del consumo colaborativo y de todas esas empresas que han visto en el potencial de compartir y ajustar gastos tanto en desplazarnos en coche en el día a día como al hacer turismo, en el intercambio de juguetes y ropa o en la concesión de préstamos entre particulares.

Estos nuevos nichos de mercado surgen como respuesta a unas necesidades cada vez más extendidas, producto de una coyuntura económica difícil que provoca que el consumidor busque opciones y alternativas más ventajosas y eficientes. Si ya existen empresas que facilitan el intercambio de servicios, el trueque y la relación directa entre particulares para obtener servicios que hasta hace poco eran sólo patrimonio de empresas, también el terreno de la colaboración se extiende a los emprendedores y freelance, hasta llegar a formar pequeños equipos profesionales fruto del coworking.

Esta tendencia se está consolidando poco a poco, y cada existen más empresas que facilitan este consumo colaborativo, que como hace el marketing, adapta su modelo a las necesidades y contexto en el que se desarrolla, lo que le permite seguir creciendo. Veremos si el modelo logra continuar tras una esperada recuperación económica. En ese momento veremos si es un modelo sólido y que ha venido para quedarse o es fruto de una nueva visión de consumo.