Esta época se está caracterizando desgraciadamente por diferentes expedientes de regulación de empleo que generalmente cuentan con una nefasta comunicación hacia los afectados, lo que eleva la tensión y el daño que ya de por si que genera la pérdida de capital humano y del talento. Empresas como Coca-Cola, Cepsa o Telemadrid son noticia estos días por estos procesos por diferentes razones pero un nexo común: un ERE.
En general, las razones que llevan a tomar una decisión laboral de esta índole no se explican de manera efectiva, subestimando la importancia del equipo humano, lo que no deja de ser un error que genera problemas añadidos: conflictividad, crisis de reputación y de imagen, proyección de una mala gestión económica,… las empresas pierden parte de su identidad cuando se ven llevadas al ERE y su mala gestión interna solo empeora la situación.
La comunicación interna es la comunicación dirigida al cliente interno, es decir, al trabajador. Nace como respuesta a las nuevas necesidades de las compañías de motivar a su equipo humano y retener talento en un entorno empresarial donde el cambio es cada vez más rápido.
Por ello, transmitir los adecuados mensajes, informar sobre lo que ocurre dentro de la empresa, motivar y establecer una línea de comunicación eficaz entre los empleados, la dirección y los diferentes departamentos de la empresa son algunos de los objetivos que persigue la comunicación interna, más en un momento tan crucial como un ERE.
