La reputación de las dos ciudades ha sufrido una caída en el ranking de ciudades con mejor reputación elaborado por Reputation Institute respecto a su clasificación en 2012, a pesar incluso de mejorar su reputación entre 100 ciudades. El índice está liderado por la ciudad australiana de Sidney.
De este modo, Barcelona, que en 2012 obtuvo 71.8 puntos (sobre 100 posibles) y que en 2013 obtiene 72,2, aunque desciende de la 6ª posición a la 23ª. Por su parte, Madrid pasa de 68.3 puntos (2012) a 71,0 (2013), lo que sin embargo no ha sido suficiente para evitar su retroceso desde el 21º puesto al 27º.
El estudio evalúa la reputación a partir de la admiración, respeto, confianza y buena impresión que despiertan, así como del análisis de 13 variables agrupadas en las siguientes tres dimensiones: Nivel de desarrollo (variables socio-económicas), Calidad de vida (variables culturales, estilo de vida y seguridad) y Calidad institucional (variables políticas).
Sídney lidera el ranking (con 77.4 puntos sobre un total de 100), seguidas de Toronto (76.9), Estocolmo (76.9) Viena (76.9) y Venecia (75.8). En el extremo opuesto figuran El Cairo (46.1), Nairobi (44.4), Karachi (43.5), Teherán (32.1) y Bagdad (28.5).
La reputación forma parte de la imagen que los ciudadanos y posibles viajeros tienen de cada ciudad y que es un indicador de las posibilidades que la ciudad ofrece y de la de imagen construida. Ésta depende en gran medida de la estrategia y del marketing, que sienta las bases para el cambio de percepción y de los cambios reales. Desde nuestro punto de vista, las Administraciones Públicas también deben aplicarse en la estrategia y no abandonar la planificación por la improvisación.