Nos movemos en el mundo del marketing, que no hay día que no cree un nuevo término, para satisfacción de los “gurús pantalla” y desesperación de los profesionales y creadores de diccionarios. Pues bien, es condición necesaria para saberse desenvolver en el mismo conocer y saber emplear un nuevo concepto: el de marketing olímpico. Y es que las autoridades británicas intentan atar en corto el marketing de los Juegos Olímpicos de 2012 con una ley según la cual solamente los patrocinadores oficiales del evento pueden hacer referencia a los Juegos en sus anuncios publicitarios.
De esta manera, la ley prohíbe el uso de frases publicitarias e imágenes relacionadas con las Olimpiadas a todos aquellos anunciantes que no sean los oficiales, que pagarán unos 700 millones de libras (1000 millones de euros) por el derecho de anunciar sus productos en el marco de las competiciones. El resto, incurrirán en un delito si se les ocurre utilizar términos como oro, medallas o sponsor.