Que hablen de uno, aunque sea mal. Esto es lo que deben de pensar en Wolf Ollins, la consultora que ha diseñado el logo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Desde que se presentara este logotipo, en el que se han invertido unos 600.000 euros, se ha desatado la polémica. A su alrededor no han cesado de surgir opiniones y comentarios de toda índole. Convertido en el centro de todas las miradas y en el protagonista de todos los debates ha sido odiado, parodiado, criticado y alabado a partes iguales y hasta el mismo Tony Blair ha opinado al respecto.
Rompedor, sexy, vacío de contenido…hay opiniones para todos los gustos. Lo que está claro es que la imagen de la Olimpiadas de Londres no ha dejado indiferente a nadie. Hasta que llegue el 2012 aún queda mucho tiempo para hablar y opinar por lo que desde el Foro Internacional del Marketing seguiremos con atención e interés la evolución y el desarrollo de los acontecimientos. Creemos que, con una adecuada y eficaz estrategia de marketing la cuestión del logo llegará a convertirse en una cuestión de Estado.