GAP Y LA PÉRDIDA DE IDENTIDAD

Aunque podríamos pensar que las fiestas navideñas se convierten en la época dorada de cualquier comerciante hay a algunos a los que los Reyes Magos sólo le han dejado carbón a su paso. Este es el caso de la cadena de moda GAP. Ni la fiebre consumista propia de estas fechas ni las importantes inversiones en la ambiciosa, aunque errónea, campaña de marketing de Navidad han logrado sacar de la crisis en la que se encuentra sumergida en los últimos años la cadena norteamericana.

Las continuas caídas en las ventas, la última del 8%, han forzado al consejero delegado, Paul Pressler, y al conjunto de la cúpula directiva a considerar nuevas alternativas que contemplan, incluso, colgar el cartel de “Se vende”. Desde Foromarketing creemos, sin entrar a considerar la  gestión de GAP, que la cadena de moda ha perdido parte de  su la frescura y la juventud que le convirtió, desde que comenzara su andadura en la década de los sesenta, en la preferida de los quinceañeros y de los universitarios.