Cuando llegaron a nuestros aeropuertos las recibimos con los brazos abiertos, como una tabla de salvación para los viajeros con menos presupuesto, o simplemente para aquellos que no querían pagar tanto por volar. Vimos que otra forma de volar era posible.
Pero ahora comprobamos que las low cost no lo son tanto cuando necesitas facturar una maleta, olvidas la tarjeta de embarque… Para abordar el tema del que hoy nos queremos hacer eco, tenemos que recordar las palabras de Steve Jobs, fundador de Apple. En las que decía que “en esta época dónde todos queremos cosas gratis o baratas, las cosas que merecen la pena tienen un precio”. Una vez más, el fundador de la marca de la manzana no se equivocaba, y ahora es cuando esa frase toma todo el sentido.
Las aerolíneas low cost que operan en España han descendido en número de pasajeros un 0,6% entre los meses de Enero a Mayo del 2012. La cifra ha llegado a los 12,5 millones de pasajeros en este periodo de tiempo. Datos publicados por el Instituto de Estudios Turísticos (IET), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Estas cifras a la baja dan la razón a los que piensas que, “cuando el servicio no alcanza nuestras expectativas, nos quejamos y empezamos a pensar en el precio”.
En el Foro Internacional de Marketing ya le dimos la espalda a Ryanair por las políticas del cobro de 50 euros por introducir en sus aviones bolsas de compras hechas en el duty free de los aeropuerto, que estaba llevando a cabo con sus pasajeros. Pensamos que el servicio low cost está bien y es necesario, y más en los momentos económicos tan complejos por los que estamos pasando.
El low cost tiene sentido en toda economía competitiva, con niveles razonables entre el 20-25%, pero no superando el 40% como es el caso de España. En Foromarketing sabemos que la calidad en los servicios se debe pagar, ya que los mercados acaban pasando factura a aquellas empresas que se centran únicamente en el precio y no en ofrecer calidad.
