El talento como base para el liderazgo

• Las nuevas generaciones demandan retos profesionales y personales continuos.

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• Es objetivo de las empresas encontrar y retener el talento para ser competitivas.

Las nuevas tecnologías están marcando el avance de las empresas a nivel mundial. Sin embargo no podemos olvidar que estas tecnologías han sido creadas por personas, por ello es clave recordar que gracias a su talento vivimos en un mundo lleno de posibilidades. Por ello las empresas tienen como uno de sus principales objetivos encontrar y retener a las personas más cualificadas, para mantener una posición realmente competitiva en un mercado que cuenta con una gran competencia y con personas cada vez más cualificadas.

Pero actualmente hay algo que ha cambiado. El liderazgo ha pasado a ser fruto de un buen ambiente de trabajo, donde el equipo humano tenga como premisa la colaboración entre sus diferentes protagonistas, con un alto nivel de compañerismo. A su vez la satisfacción del trabajador también ha adquirido gran importancia, pues un empleado motivado ofrecerá todo su esfuerzo para lograr los objetivos comunes.

Si bien es cierto que debemos tener en cuenta que nos encontramos en una época en la que ya no es normal que un trabajador permanezca toda su vida en una misma empresa. Atrás ha quedado esa mentalidad. Hoy en día es raro el trabajador que se vincula de por vida con una empresa. Además esta relación ya no depende exclusivamente del salario, sino de la motivación profesional que encuentran en su día a día. La nueva generación de trabajadores demanda continuos retos que les obliguen a ofrecer todo su potencial y donde el aprendizaje sea la tónica general.

También está siendo cada vez más común que las nuevas generaciones demanden departamentos en los que exista una gran diversidad de personas, es decir, diferentes culturas, experiencias y enfoques, de manera que se puedan poner en común los conocimientos de cada uno para conseguir abordar los diferentes problemas de una manera más eficaz.

Este hecho puede tener sus lados negativos pero sin duda también los hay positivos. La continua ambición por mejorar tanto personal como profesionalmente provocan que las personas no pierdan su entusiasmo en cada nuevo trabajo. Así mismo una continua rotación en las empresas provoca que los conocimientos y las habilidades que se van adquiriendo pasen de un trabajo a otro.

Sin embargo cuando el trabajador es capaz de aportar un valor añadido continuo a la filosofía de la empresa, es deber de esta luchar por su permanencia. Un trabajador cualificado y con dotes de liderazgo, que logre cohesionar las opiniones del grupo puede marcar la diferencia.