Ryanair cotiza a la baja

La compañía aérea irlandesa de bajo coste registró pérdidas en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal pese aumentar en número de viajeros. Parece que sus políticas siempre contrarias a la buena atención al cliente están empezando a pasar factura a la compañía que revolucionó el concepto low cost en el transporte.

Aunque Ryanair ha quitado hierro al asunto achacándolo a los costes del queroseno o al cambio de moneda, parece que la principal razón detrás de su crisis es su relación con el cliente, siempre en el filo entre lo llanamente correcto y lo abusivo.

La bajada de del billete que en los últimos meses ha realizado Ryaniar buscaba compensar esta caída de viajeros que empieza ha experimentar y es que se comienza a apreciar que los viajeros prefieren viajar con otra compañía aunque paguen más.

Han tomado nota sus directivos y desde ya la compañía ha comenzado a aplicar una política mucho más amable con el cliente, admeás de aplicar una bajada de tarifas, con promociones agresivas en relación precio y calidad. Ahora apuesta por facilitar la vida al viajero tras años de zarandearle con duras comprobaciones de maletas en la puerta de embarque. Con este caso se demuestra nuevamente la importancia del trato al cliente, la base de toda estrategia comercial.

Una nueva web más accesible, tarjeta de embarque en el móvil o tarifas especiales para familias y pasajeros de negocios llegarán próximamente. Algo está cambiando en la compañía pero ¿será demasiado tarde para cambiar de estilo?