Analizar la gestión del negocio y hacer uso de la tecnología para ello resulta esencial para culminar el servicio en el cliente.
Aunque las empresas han entendido la importancia de realizar una transformación digital interna, en las pequeñas empresas de nuestro país esa necesaria adaptación se viene haciendo de forma lenta, algo que no se debe precisamente, a una falta de desarrollo de estas técnicas o a que sean inaccesibles para ellas.
Esta transformación requiere varios pasos a seguir:
1. Un análisis en el seno de la empresa para identificar los aspectos que requieren una mejora. Comprobar la eficiencia interna para conocer las capacidades a potencias y así, dirigirse al cliente de manera mucho más acertada.
2. Conocer las herramientas tecnológicas que aportan soluciones de bajo coste para cualquier empresa: almacenamiento en la nube, análisis de datos, comercio electrónico, etc.
3. Tres herramientas imprescindibles: los sistemas en la nube, que permiten gestionar la información de la empresa sin recurrir a servidores o infraestructuras de mayor coste;analítica de datos, de la que extraer información que ayude a la mejora del negocio; y tercero, las tecnologías móviles, que le permita a la empresa llegar al cliente y dar el siguiente paso: ofertas personalizadas, interacción…
4. Redes sociales: Saber si son necesarias o no para el negocio en función del tipo de clientes que se tengan y el mercado en el que se mueva la empresa. Para entornos competitivos y desarrollados y clientes que opinan, que son jóvenes, etc. las redes sociales deben estar a la orden del día. En cambio, si se trabaja con clientes empresas, las redes sociales no son tan necesarias.
El artículo completo, en Cinco Días.
