La importancia del packaging

La importancia del packaging
  • El logo y el packaging son los dos elementos principales con los que se construye la identidad corporativa.


  • La tarea del packaging es enamorar al consumidor a primera vista.

Las dos principales herramientas con las que se construye la identidad corporativa son el logo y el packaging. El logotipo es una parte básica para que los consumidores identifiquen de manera rápida nuestra marca con unos determinados productos. Sin embargo, debido a una cada vez más feroz competencia a nivel global, el packaging ha cogido importancia.

El packaging engloba tanto la identidad visual como el logotipo, determinando en gran medida las decisiones de compra de los consumidores. Se trata de una herramienta fundamental del marketing, que debe transmitir los valores y la filosofía de la compañía. En pocas palabras, es el soporte mediante el que la marca penetra en nuestras vidas.

Sin embargo su labor no es fácil, ya que tiene que enamorar al consumidor a primera vista en el punto de venta, para posteriormente, fidelizar ese amor a través de la convivencia y la experiencia. Asimismo es una de las formas más efectivas que tiene la marca para generar una brand experience.

Es así como son muchas las marcas líderes que han construido su branding a través de conceptualizar su esencia de marca en el packaging, creando iconos singulares que propician una experiencia única y personal que engancha al consumidor.

A continuación os mostramos algunas de las características del packaging:

  • El vendedor silencioso. El envoltorio reclamará la atención sobre el producto y hablará de sus características y de todo lo que puede aportar a quien lo adquiera. A su vez generará una experiencia emocional en el consumidor. Ç
  • La belleza está en el exterior. El packaging será un valor añadido para el producto que será percibido con mayor calidad, por lo que los consumidores estarán dispuestos a pagar más por él.
  • Renovarse o morir. El consumidor tiene muy en cuenta la innovación de las marcas y lo conocerá a través del envase del producto.
  • Capacidad de fidelización. Un envase bien diseñado y reconocible facilita la tarea de compra para el consumidor y permite una identificación clara con la marca. Esto provocará que el cliente vuelva en otra ocasión.